Cada pieza de Verano Invencible fue elegida para acompañarte mucho más allá de una temporada.
Por eso, su cuidado no es un acto técnico: es una forma de prolongar su historia.
Lávalas con suavidad, como si ya fueran parte de vos.
Preferí el lavado a mano o en programa delicado, con agua fría y jabón neutro.
Evitá el secarropas y la exposición directa al sol: las fibras respiran mejor a la sombra.
No uses blanqueadores ni perfumes sobre la tela.
Guardalas limpias y sin presión, permitiendo que el tejido conserve su forma y textura.
Si necesitás planchar, hacelo al vapor o del revés, a baja temperatura y con un paño de algodón entre el hierro y la prenda.
El paso del tiempo deja marcas, y cada una puede volverse parte de la belleza de lo que elegís cuidar.
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